¿Qué es el arte?

Para contestar a esta pregunta tan importante, hay que definir el tema al que nos referimos.

La noción de arte puede referirse a:

  • a. un ámbito específico del quehacer humano, es decir un punto de inflexión de la cultura;
  • b. la cualidad por la que los artefactos son llamados obras ‘de arte‘.
    • Como cuando se pregunta si la obra pertenece al arte como ambito.
    • Como cuando se hace referencia a la artisticidad o cualidad artistica de la obra.
  • c. la disposicion o principio operativo de la actividad concreta por la que se realiza una obra de arte;

Nos referimos a la primera, como punto de inflexión de la cultura, cuando hablamos del arte en términos generales, o sea, esa dimensión que incluye las obras, los artistas, la labor, los efectos personales o sociales, las instituciones o centros de promoción o conservación, los sistemas de artes, las diversas disciplinas, etc.

Es decir, es una dimensión que sintetiza y reúne los diversos factores que constituyen lo auténticamente humano en su proyecto de autoperfeccionamiento y de perfeccionamiento del ambiente vital, como entorno y como sociedad humana.

Es un punto en donde circula, se crea y se colabora con la cultura. Por eso ayuda al crecimiento integral del ser humano con su especificidad y objetivos propios.

Sin embargo, aclaremos que no es un algo abstracto, una entidad supraterrenal y absoluta, una especie de deidad o espíritu, como cuando se oye decir: hacemos esto en nombre del Arte (con mayúscula).

Muchas veces hablamos de arte, en la tercera posibilidad, para preguntar sobre las obras concretas. Por ejemplo, cuando preguntamos, delante de una obra, ¿esto es arte? (artisticidad o pertenencia al arte).

Sin embargo, aquí trataremos de la segunda posibilidad, ya que es el fundamento de las otras dos nociones mencionadas.

Definición de arte como principio o cualidad operativa de labor artística:

La cosmovisión clásica basada en siglos de especulación sobre el tema, – verificada mediante la actividad artística y las grandes obras universales-, define el arte como:

"La razón correcta para hacer artefactos" (recta ratio factibilium).

Este asombroso principio o cualidad operativa es capaz de hacer coagular la materia (tangible) y el espíritu (intangible), en una obra (símbolo y documento) de una nueva entidad perfectamente equilibrada en su unidad ontológica o metafísica. Ya que es un producto humano, pone a disposición, manifiesta o revela, el microcosmos de su creador que, a su vez, transparenta el macrocosmos natural y cultural en el que habita. Así, se revela la capacidad de infinito del ser humano, porque múltiples son y serán esas epifanías de la belleza.

La definición[1], parece incluir dos nociones, tanto distintas como inseparables:

(1) La recta razón práctica, se refiere a un habito intelectual de orden practico que guía y regula el correcto quehacer de obras concretas. Incluye el conocimiento de lo que un artista quiere hacer y la forma correcta (el método, reglas, principios, técnica, etc.) para la realización cabal y excelente de las obras. Se relaciona entonces, con la sabiduría, como habito o disposición especulativa y práctica.

(2) La habilidad practicada, es decir, el hábito adquirido y desarrollado por el entrenamiento de las disposiciones naturales (talento), y la realización de las operaciones necesarias para la creación de obras de arte[2].


[1] Cfr. E. Gilson, Painting and Reality, Pantheon 1957, 325s.

[2] Cfr. T. AQUINAS, commentary on Aristotle’s Nichomachean Ethics, nn. 8, 282, 1496: “ars est factiva generations, quia est recta ratio factibilium . . . non est autem factiva operationis, sed potentiae alicujus ex qua procedit operatio,”

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